Fundadores

Guillermo José Chaminade, fundador de los marianistas nace en 1761 en Périgueux, cerca de Burdeos (Francia). Guillermo José pertenecía a una familia numerosa de la pequeña burguesía de la época, con un profundo sentido religioso. Terminados sus estudios de Filosofía y Teología regresa al colegio de Mussidan, donde había estudiado. En 1789 estalla la Revolución Francesa. Y el P. Chaminacde decide irse a Burdeos donde ejercerá su ministerio sacerdotal en la clandestinidad.

En 1797 se exilia a Zaragoza, donde permanecerá durante tres años. Allí, junto a la Virgen del Pilar, va madurando su proyecto misionero. Regresa a Burdeos donde surge el movimiento de seglares llamado “La Congregación”.  Chaminade es considerado un precursor de la participación activa de los seglares en la vida de la Iglesia.

Posteriormente, funda dos institutos religiosos. En 1816, en colaboración con Adela de Batz de Trenquelleon, funda el Instituto de las Hijas de María Inmaculada (FMI), las marianistas. Y en 1817, en Burdeos, la Compañía de María (SM), los marianistas. Se constituyen comunidades en las que religiosos laicos y religiosos sacerdotes, en condiciones de igualdad, trabajan juntos al estilo de María. Desde entonces, el P. Chaminade se dedicará a la animación y desarrollo de estas tres ramas de la Familia Marianista: grupos de seglares, religiosas y religiosos.

Guillermo José Chaminade muere en Burdeos el 22 de enero de 1850.

El P. Chaminade descubre en María la inspiración para su misión. La figura de María, en su advocación del Pilar, será muy querida por la Familia Marianista y ésta la extenderá por el mundo. Aprendemos de María a ser “fuertes en la fe” viviéndola en comunidad y a estar atentos a las necesidades de los que nos rodean para construir un mundo mejor.


Adela Batz de Trenquelléon , nació en el castillo de Trenquelléon, junto a Feugarolles, el  10 de junio de 1789 al inicio de la Revolución Francesa. Ese mismo día fue bautizada.

Sus padres, Carlos y María Úrsula, pertenecientes a la nobleza, sufrieron la confiscación de sus bienes y vivieron el exilio en España y Portugal. Durante su estancia en San Sebastián, Adela recibió la primera comunión en la iglesia de Santa María.

Al regresar a Francia, quedó impactada por los efectos de la Revolución. Su deseo de dar a conocer a Jesucristo le llevó a formar con un grupo de amigas, la “Pequeña Asociación”, con la finalidad de ayudarse a vivir la fe y extenderla en su ambiente.

En 1808 Adela se puso en contacto con el Padre Chaminade y al conocer la semejanza entre la “Pequeña Asociación” que ella animaba y la Congregación de Burdeos que él dirigía, no dudó en unirse a la misma. Las diversas experiencias de apostolado en el campo,  provocaron en Adela el sueño de un “querido proyecto”: vivir una vida religiosa en comunidad con espíritu misionero.

En 1816 Adela, en colaboración con el Padre Chaminade, fundó la Congregación de las Hijas de María Inmaculada.  

Adela murió el 10 de enero de 1828 en Agen y fue beatificada el 10 de junio de 2018.

Actualmente las Religiosas Marianistas están presentes en 14 países del mundo. Realizan su misión en colegios, parroquias, casas de oración y de convivencias, centros de salud y comunidades de inserción.